¡¡¡ HASTA CUANDO LA INSEGURIDAD !!!

jueves, 30 de septiembre de 2010

Gustavo Carabajal. LA NACION

Matías Berardi, de 17 años, salió el lunes a la noche de su casa en Ingeniero Maschwitz para ir a una fiesta de egresados en un boliche de la Costanera Norte. Nunca volvió.



Anteayer, a las 5, cuando se bajó de la combi en la que volvía de la disco Pachá, fue secuestrado por al menos dos delincuentes que finalmente lo mataron de un balazo a quemarropa por la espalda.

El cuerpo del joven estudiante secundario fue encontrado ayer, minutos después de las 16.30, en un terreno baldío de Campana. Su padre, un veterinario que se desempeña en haras dedicados a la crianza de caballos de carrera, había reunido anteanoche el dinero para pagar el rescate (6000 pesos), pero los secuestradores cortaron las negociaciones.

Es el octavo caso en el que, desde 2002, la víctima de un secuestro termina asesinada.

A partir de la reconstrucción de los hechos realizada por los investigadores, se estableció que Matías había salido de su casa junto con un grupo de amigos para ir a la disco Pachá. Lo habían invitado a la fiesta de egresados del Colegio Santa Inés, de la ciudad de San Isidro.

De regreso a su casa, Matías y sus ex compañeros del colegio de Pilar al que concurría hasta el año pasado abordaron una combi que habían contratado.

Matías se bajó en el cruce del ramal Pilar de la Panamericana y de la ruta 26, cerca de una estación de servicio. De allí, tomaría un colectivo hasta su casa, en la ciudad de Ingeniero Maschwitz, en Escobar, donde vive con su padre, identificado como Juan Berardi, y su madre, docente.

Según fuentes de la investigación, a las 6, unos cincuenta minutos después de que sus amigos lo dejaran en la Panamericana, su padre recibió un llamado telefónico, desde el celular de Matías en el que un delincuente le dijo que tenía secuestrado a su hijo.

Entonces, el padre de Matías le pidió al secuestrador que lo dejara hablar con su hijo. En ese momento, Berardi escuchó a su hijo, quien, entre llantos, le confirmó que lo tenían secuestrado.

Luego, el malviviente le quitó el celular a Matías y le exigió a su padre un rescate de 500 pesos para liberar al adolescente.

Aparentemente, los secuestradores advirtieron que los padres de Matías eran profesionales y que tenían una buena posición económica y decidieron pedir una mayor suma de dinero como rescate.

Durante el martes, los secuestradores hicieron tres llamadas más. Aunque en ninguna de esas tres nuevas comunicaciones aportaron una prueba de vida, tal como habían hecho en la primera llamada.

Fuentes de la investigación indicaron que la última llamada realizada por los secuestradores fue anteanoche. En esa comunicación, exigieron al padre de Matías que reuniera 6000 pesos. Además, le dijeron que lo volverían a llamar para indicarle el lugar al que debía llevar el dinero.

Sin embargo, los secuestradores nunca más se comunicaron. Para entonces, los padres de Matías Berardi habían realizado la denuncia policial, que derivó en la intervención del fiscal federal de Campana, Orlando Bosca.

El fiscal solicitó el monitoreo de los tres teléfonos de la familia y además, ordenó a los policías del gabinete antisecuestros de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Zárate-Campana que contuviera a la familia a la espera de más llamadas extorsivas de los secuestradores y de una nueva prueba de vida.

Juan Berardi volvió a tener noticias de su hijo ayer por la tarde. La policía le avisó del hallazgo de un cuerpo, en un terreno baldío situado a pocos metros de la ruta 6, en el barrio Las Acacias, en Campana.

Un balazo

“Presentaba un solo impacto de bala, a quemarropa, casi a riesgo de decir le dispararon con el arma sobre el cuerpo”, dijo el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, quien viajó a Campana junto con el jefe de la policía provincial, comisario general Juan Paggi.

Según la autopsia, los secuestradores obligaron a Matías a ponerse de rodillas. Luego el homicida le apoyó el arma en la espalda y le disparó.

Hasta anoche, los investigadores no habían logrado determinar por qué los secuestradores mataron a Matías. A partir de la trayectoria del disparo, que fue de arriba hacia abajo, se estableció que el joven estudiante no había intentado escapar.

Al cierre de esta edición los investigadores buscaban imágenes de los sospechosos en las cámaras de seguridad de los negocios instalados en la zona donde Matías fue visto con vida por última vez.

ANTECEDENTES

5 de julio de 2002

Diego Peralta

Tenía 17 años y lo secuestraron cuando iba en un remise al colegio, en El Jagüel, en Esteban Echeverría. Exigían 200.000 dólares de rescate. Lo asesinaron a puñaladas al tercer día de cautiverio, en una tosquera de Ezpeleta.

13 de julio de 2002

Juan Manuel Canillas

El joven de 23 años apareció muerto de un tiro en la espalda en la localidad de Florida. Lo mantuvieron cautivo en su automóvil mientras se comunicaban con su familia.

17 de marzo de 2004

Axel Blumberg

Tenía 23 años. Lo capturaron en Martínez. Los secuestradores exigieron 50.000 pesos. Lo ultimaron cuando el joven estudiante intentó escapar.

13 de julio de 2005

Santiago Miralles

Tenía 6 años y fue secuestrado cuando jugaba en la vereda de su casa en Canning, Esteban Echeverría. Primero exigieron $ 200.000 para liberarlo. Su cuerpo apareció 3 días después, en un pozo ciego.

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