Feliz Navidad !!

sábado, 25 de diciembre de 2010

Un cuento de Navidad que realiza un viaje al corazón.

Se dice que, cuando los pastores se alejaron y la quietud volvió,
el niño del pesebre levantó la cabeza y miró la puerta entreabierta.

Un muchacho joven, tímido, estaba allí, temblando y temeroso.
-Acércate -le dijo Jesús- ¿Por qué tienes miedo?
-No me atrevo… no tengo nada para darte.

-Me gustaría que me des un regalo -dijo el recién nacido.
El pequeño intruso enrojeció de vergüenza y balbuceó:
-De verdad no tengo nada… nada es mío;
si tuviera algo, algo mío, te lo daría… mira.

Y buscando en los bolsillos de su pantalón andrajoso,
sacó una hoja de cuchillo herrumbrada que había encontrado.
-Es todo lo que tengo, si la quieres, te la doy…

-No -contestó Jesús- guárdala.
Querría que me dieras otra cosa.
Me gustaría que me hicieras tres regalos.
-Con gusto -dijo el muchacho- pero ¿qué?

-Ofréceme el último de tus dibujos.
El chico, cohibido, enrojeció.
Se acercó al pesebre y, para impedir que María y José lo oyeran,
murmuró algo al oído del Niño Jesús:
-No puedo… mi dibujo es «remalo»… ¡nadie quiere mirarlo…!
-Justamente, por eso yo lo quiero…
siempre tienes que ofrecerme lo que los demás rechazan y lo que no les gusta de ti.

Además quisiera que me dieras tu plato.
-Pero… ¡lo rompí esta mañana! – tartamudeó el chico.
-Por eso lo quiero… Debes ofrecerme siempre lo que está quebrado en tu vida,
yo quiero arreglarlo…
Y ahora – insistió Jesús-
repíteme la respuesta que le diste a tus padres cuando te preguntaron cómo habías roto el plato.

El rostro del muchacho se ensombreció;
bajó la cabeza avergonzado y, tristemente, murmuró:
-Les mentí…
Dije que el plato se me cayó de las manos, pero no era cierto…
¡Estaba enojado y lo tiré con rabia!

-Eso es lo que quería oírte decir -dijo Jesús-
Dame siempre lo que hay de malo en tu vida, tus mentiras, tus calumnias, tus cobardías y tus crueldades.
Yo voy a descargarte de ellas…
No tienes necesidad de guardarlas…
Quiero que seas feliz y siempre voy a perdonarte tus faltas.
A partir de hoy me gustaría que vinieras todos los días a mi casa.

(Ariel David Busso, del libro Caminos de cielo limpio)

¡FELIZ NAVIDAD!